15 de mayo de 2012

Marruecos quiere forzar la renuncia del enviado de Ban Ki-moon para el Sáhara


El ministro de Asuntos Exteriores marroquí viajó a EE UU y a Francia para expresar su rechazo al diplomático estadounidense que media por cuenta de Naciones Unidas

Ban Ki-moon acusa a Marruecos de espiar a la ONU en el Sáhara

El Pais.- Ignacio Cembrero Madrid 14 MAY 2012 - 16:48 CET10 

 Marruecos ha emprendido una campaña contra el diplomático estadounidense Christopher Ross, enviado del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para el Sáhara Occidental, con vistas a obtener su renuncia o su destitución, un objetivo que probablemente logrará, señalan fuentes diplomáticas.

En ministro de Asuntos Exteriores, el islamista Saad Eddine el Othmani, ha viajado a Washington, Nueva York y París para “manifestar el descontento con los últimos desarrollos e informes” de Ross. “Estamos insatisfechos con el trabajo del enviado de la ONU que ha sido parcial”, añadió el ministro en una entrevista con el diario de Casablanca Akhbar al Youm. “Ahora pedimos al Consejo de Seguridad que ponga las cosas en su sitio” porque Ross “intentó introducir temas que no son de su competencia (…)”.

Estas palabras de El Othmani equivalen a un rechazo de Marruecos a seguir colaborando con Ross lo que hace insostenible que continúe adelante con su misión. Para guardar las formas es probable que Ban Ki-moon le mantenga aun un tiempo en su cargo, pero dentro de unos meses acabará prescindiendo de sus servicios.

En el informe que Ross remitió a Ban Ki-moon sobre el Sáhara y que este presentó al Consejo de Seguridad de la ONU tras hacer algunas modificaciones favorables a Marruecos, se acusaba a Rabat, en términos velados, de espiar a la Minurso, el contingente de Naciones Unidas desplegado en la antigua colonia española.

En el documento se lamentaba además que el acceso de la población local al contingente de la ONU “esté controlado” por Marruecos. “(…) la presencia de la policía marroquí fuera del complejo habitacional [de la ONU] desanima a los visitantes a acercarse a la Minurso”, añadía.

En el texto del informe, ni en el de la resolución posterior, no se recogía, en cambio, la vieja aspiración del Frente Polisario, el movimiento que lucha por la independencia del territorio, de encargar a la Minurso la vigilancia del respeto de los derechos humanos en el territorio como hacen otros contingentes de paz en otros lugares del mundo.

Pese a ello El Othmani expresó su descontento con la resolución que contiene varios “puntos que perjudican a Marruecos”. Sorprendentemente, Marruecos, que se actualmente miembro del Consejo de Seguridad, votó a favor de esa resolución que fue aprobada por unanimidad el 24 de abril.

La prensa oficialista marroquí lleva días atacando al enviado de Ban Ki-moon. “Llegó la hora de la salida de Ross y de la búsqueda de responsables más ecuánimes y serios”, titulaba, por ejemplo, en portada el diario Al Alam, órgano del partido gubernamental Istiqlal.

Es la segunda vez que Marruecos veta a un emisario de la ONU. En 2004 ya forzó la renuncia del ex secretario de Estado de EE UU, James Baker. El entonces ministro de Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa, achacó su dimisión a “la tenacidad de la diplomacia marroquí”.

Baker fue sustituido por el diplomático holandés Peter van Walsum quién a su vez renunció a su cargo mediante una tribuna publicada en EL PAÍS tras ser rechazado por el Polisario

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