7 de mayo de 2013

Unas 120 mujeres saharauis se benefician de un plan de formación online impulsado por la Universitat de València

DESARROLLADO EN TINDOUF
Javier Boix

VALENCIA, 6 May. (EUROPA PRESS) -

La primera fase del proyecto 'Consolidación del Centro Cultural y Programa de Actividades Formativas' que se ha llevado a cabo en Tindouf (oeste de Argelia) ha finalizado con un balance de unos 120 dirigentes y responsables saharauis, la mayoría mujeres, beneficiarios directos de esta iniciativa.

El proyecto se ha ejecutado dentro del marco de la convocatoria de proyectos de cooperación al desarrollo, promovida por el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Universidad de Valencia, que dirige Olga Gil, y en cuya gestión participa la Fundación General de esta institución académica.

La Universidad explica en un comunicado que, de forma indirecta, más de 30.000 residentes en los campos de refugiados percibirán en su vida cotidiana los resultados de estos cursos, enmarcados en el Programa de Actividades Formativas e impartidos en línea.

Kheira Boulahi Ministra de la Función Publica
Sobre este aspecto, según ha asegurado la ministra de Formación Profesional, Personal y Función Pública de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Kheira Boulahi, durante el acto de clausura de los cursos, "la Universitat de Valencia es la primera institución académica que ayuda al pueblo saharaui en materia de formación online".

El proyecto ha sido coordinado por el profesor titular de Patología de la Facultad de Medicina y Odontología, Javier Boix, y el catedrático de Análisis Económico ya jubilado, Àngel Ortí, ambos de la Universidad de Valencia, y ha contado, además, con la colaboración de profesorado voluntario.

Según ha explicado Boix, se han ejecutado las obras de consolidación del centro cultural, condicionándolo así definitivamente con un aula, realizada con cargo a un proyecto anterior, que ha sido aislada con el fin de que no entre arena del desierto y que ahora dispone de aire acondicionado, entre otras comodidades. El impacto indirecto de estas mejoras supone un número de beneficiarios que se estima en unos 5.000 usuarios anuales.

LÍNEA ADSL

También se ha dotado el centro, vinculado al Ministerio de Cultura de la RASD, con línea ADSL de un megabyte durante un año, lo que ha permitido, por otro lado, realizar cinco cursos online destinados a mujeres y jóvenes. "La banda ancha supone para el Ministerio estar en comunicación con el mundo exterior de forma rápida y efectiva. Ahora, desde en medio del desierto, de la nada, tienen acceso tanto a la información como la formación, a los MOOCs, por ejemplo, cursos abiertos en línea", ha señalado Boix.

Estos logros responden a los objetivos previstos en el convenio firmado entre la Universitat de Valencia y el Gobierno de la RASD en mayo de 2012, con el que se ha iniciado una experiencia pionera que está siendo seguida de cerca, según ha informado Javier Boix, por otras universidades públicas. "Están intentando hacer una plataforma en Madrid y nuestro proyecto ha sido una avanzadilla", sostiene.

"El Sáhara es una zona con necesidades primarias, como la educación y la sanidad", ha destacado el patólogo, quien ha señalado que existen graves problemas sanitarios endémicos agravados por la misma situación de refugiado fuera de su tierra".

Además, ha indicado que los campamentos, además, fueron creados por mujeres porque los hombres estaban ausentes en los periodos de guerra. "El treinta por ciento del Parlamento está formado por mujeres y hay que ayudarlas", ha apostillado.

Es por eso que se plantearon cinco cursos dirigidos, especialmente, a las mujeres y jóvenes saharauis. Todos de diez horas lectivas. El primero, ‘Mujer saharaui y liderazgo’, ha sido seguido por 22 alumnas y su objetivo principal ha sido reforzar las capacidades de mujeres que quieren participar en actividades de interés para su comunidad. Ha contado con la colaboración de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS). Su impacto se cifra en unas 3.000 mujeres saharauis beneficiadas indirectamente.

‘Familia y escuela’ ha sido un curso de asistencia mayoritariamente femenina con el que se ha dotado a los docentes de habilidades para poder gestionar con eficacia y de forma positiva los posibles conflictos en el ámbito educativo. Esta iniciativa ha contado con el apoyo del Ministerio de Educación saharaui, el cual ha fomentado la participación de docentes de enseñanza primaria que ejercen su actividad educativa en las escuelas de los campamentos. Han asistido 28 alumnos y se han beneficiado de forma indirecta unos 4.000 escolares.

Otros cursos han sido ‘Salud reproductiva en la mujer saharaui’, seguido por 22 mujeres con edades comprendidas entre los quince y los sesenta años, y ‘Primeros auxilios en los campamentos’, con 17 alumnos, que han contado con la colaboración del Ministerio de Sanidad. En el primero, del que se calcula un impacto de unas 8.000 mujeres beneficiadas indirectamente, se han formado y se han actualizado los conocimientos de mujeres vinculadas a actividades asistenciales de cariz sanitario relacionadas con el contenido del curso; y en el segundo, que ha afectado de forma indirecta a unos 7.000 residentes en los campamentos, se han transmitido las técnicas básicas de primeros auxilios que puedan influir en las condiciones de vida de los diferentes campamentos.

Por último, se ha desarrollado un curso para la recuperación y la gestión del patrimonio histórico y cultural, con 22 alumnos y un impacto indirecto de 4.000 beneficiarios, en su mayoría, mujeres. “En un contexto de necesidades primarias, parece que la cultura no es importante, pero hay que mantener la coherencia del pueblo, la unidad, y es por eso que, a través de este curso, hemos querido colaborar en la formación de la gente para que sistematice la realidad histórica y cultural saharaui: la poesía, la música y la cultura. Estamos fortaleciendo sus raíces, su identidad”, apunta el profesor.

“Deseamos que este proyecto continúe adelante a través de una segunda fase que se prolongará hasta el próximo otoño. Queremos hacer hincapié en el idioma español, la segunda lengua de la población saharaui, con la realización de cursos dirigidos a los profesores de los campamentos”, coinciden ambos coordinadores, Javier Boix y Àngel Ortí.



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