*Foto: El  Pais
El inmigrante viajó en patera a Fuerteventura con  fotografías del violento desalojo del campamento de El Aaiún por la policía  marroquí
 EL PAIS    MÓNICA CEBERIO BELAZA - Puerto del Rosario -  13/01/2011
 Antes de embarcarse en una pequeña lancha neumática  rumbo a Canarias desde la costa de El Aaiún , uno de los miembros de la  expedición que desembarcó el miércoles pasado en una playa de Fuerteventura se  ocupó de verificar que llevaba consigo una tarjeta de memoria en la que había  dejado constancia gráfica del violento desmantelamiento por parte de las  autoridades marroquíes del campamento de Agdaym Izik el pasado 8 de noviembre.  Hay fotos de tiendas en llamas y de la policía desalojando por la fuerza a los  congregados, según confirman fuentes conocedoras del caso. Es una de las pruebas  que ha podido aportar a su solicitud de asilo de que efectivamente estuvo allí.  Trata también de probar que fue agredido: en una de ellas aparece con un ojo  morado y contusiones, según las mismas fuentes.
 Los 22 solicitantes de asilo que llegaron en esa  patera fueron entrevistados el lunes por la tarde y el martes por funcionarios  de policía que les hicieron un cuestionario especialmente preparado para ellos  con preguntas concretas sobre Agdaym Izik, sus actividades en el campamento y la  represión posterior hacia ellos y sus familiares. En las entrevistas, que fueron  posteriormente remitidas a la Oficina de Asilo y Refugio de Madrid, dependiente  del Ministerio del Interior, estaban presentes un intérprete -los solicitantes  de asilo hablaron en hasaní, dialecto árabe que se habla en el Sáhara occidental  y en Mauritania-, uno de los abogados de la Comisión Española de Ayuda al  Refugiado (CEAR) desplazados desde Las Palmas de Gran Canaria, un funcionario de  policía de Fuerteventura y otro especialmente llegado a la isla desde la Brigada  Provincial de Extranjería de Las Palmas.
 Parece que los inmigrantes llegados en patera son  efectivamente saharauis, según confirman fuentes conocedoras de los expedientes,  y lo que debe determinar ahora la Oficina de Asilo y Refugio es hasta qué punto  corren riesgo su vida o integridad física si regresan a su lugar de origen;  hasta qué punto son activistas perseguidos. La mayoría son jóvenes, en torno a  los 20 años , y por lo tanto carecen de largos historiales como defensores del  derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Pero algunos, como el que  entregó la tarjeta de memoria con las fotos, han aportado detalles precisos y  fechas de detenciones policiales -de ellos o de sus familiares-, de su  participación en manifestaciones y relatos muy concretos de sus días en el  campamento y del desalojo, mientras que otros han dado información más  genérica.
 Las primeras 10 solicitudes se enviaron el lunes por  la noche a Madrid. Las 12 restantes, el martes. A partir de su recepción, la  Oficina de Asilo y Refugio tiene un plazo de cuatro días para decidir si las  admite o no a trámite. Si se aceptan, esto supondría la regularización temporal  de los solicitantes de asilo, que saldrían del Centro de Internamiento de  Extranjeros de El Matorral antes del próximo domingo y se les regularía su  situación dándoles un permiso de estancia temporal en España. A partir de ese  momento empieza a correr el plazo de seis meses que concede la ley -salvo que el  asilo se tramite por un procedimiento de urgencia que lo limita a tres meses-  para que el Gobierno se pronuncie de forma definitiva sobre si concede o no a  estas personas la condición de refugiado. El plazo de seis meses no suele  cumplirse nunca, según señala el portavoz de CEAR Mauricio Valiente, que asegura  que habitualmente el tiempo de espera media hasta tener una resolución  definitiva sobre el asilo está entre un año y un año y  medio.
 Cuando, en 2006, una oleada de pateras con saharauis  llegó a las costas canarias, la solución del Gobierno fue admitir la mayoría de  ellas a trámite -en esos momentos, y tras la fuerte represión de las autoridades  marroquíes que siguió a la llamada intifada en el Sáhara en 2005, casi 200  personas procedentes de esa zona desembarcaron en patera en Canarias-. Después,  se concedieron finalmente muy pocos estatutos de  refugiado.
 El Ministerio del Interior no ofrece datos separados  sobre los saharauis, sino que se incluyen como marroquíes, y recoge en sus  anuarios que 281 personas procedentes de este país pidieron asilo en 2006. En  ese momento, con el caso permanentemente en los medios, 197 de ellas fueron  admitidas a trámite. Tan solo un año después, en 2007, de 263 peticiones solo se  aceptaron 77 para ser examinadas. Entre 2006 y 2008 se protegió de forma  definitiva a 26 solicitantes de asilo de Marruecos: a 10 como refugiados y a 16  bajo la figura de la protección subsidiaria que se puede conceder a aquellos que  no reúnen todos los requisitos pero cuyo retorno se considera que puede suponer  un riesgo real para su vida o libertad.
 Un arreglo como el de 2006, admitir casi todas las  solicitudes a trámite, supondría para el Gobierno aceptra solo indiciariamente  que Marruecos está vulnerando los derechos humanos de los saharauis. Sobre lo  más problemático en su relación con el reino alauí, la concesión de estatuto de  refugiado, el Ejecutivo no tendrá que pronunciarse hasta dentro de muchos meses  y cuando, previsiblemente, el tema no despierte tanto interés como tras la  llegada de la patera.
 Los 22 jóvenes llegados en patera temen por sus vidas  si son repatriados a Marruecos
 LA OPINION ANTONIO CABRERA  13/01/2011
 PUERTO DEL ROSARIO Los 22 saharauis que se encuentran  recluidos en el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de El Matorral,  tras haber alcanzado las costas de Fuerteventura el pasado día 5 de enero a  bordo de una zodicac, amenazan con una huelga de hambre si España no se les  concede el asilo político.
 Los jóvenes han trasmitido su decisión a sus  familiares al considerar que la repatriación a Marruecos pone en riesgo sus  vidas por la represión a que se encuentra sometida la población saharaui,  especialmente tras los últimos incidentes que acabaron con el desmantelamiento  del campamento Agdaym Izik, en El Aaiún.
 La tramitación de solicitud de asilo político de los  22 jóvenes saharauis concluyó el pasado martes tras dos jornadas maratonianas  donde participaron letradas de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)  que se desplazaron expresamente desde Gran Canaria. El próximo sábado será la  fecha decisiva para conocer si el Ministerio de Interior, a través de la Oficina  de Asilo y Refugiado, admite o deniega las peticiones de  asilo.
 Pruebas
 Los inmigrantes, entre los que se encuentran  importantes activistas del Frente Polisario, llegaron sin ninguna documentación  que acreditará su afirmación de haber nacido en El Sahara. Sin embargo, uno de  los líderes aportó, durante la comparecencia para solicitar protección  internacional, la tarjeta de una cámara digital donde se almacenan fotografías  que recogen la brutalidad que empleó la policía marroquí durante su intervención  en el polémico campamento..
 Se da la circunstancia que al menos tres de los  retenidos en El Matorral formaron parte del comité organizador en el campamento  Agdaym Izik, asumiendo posiciones de responsabilidad en los comités de  seguridad, transporte y avituallamiento.
 Por otra parte, los familiares de los saharauis  continúan llegando a la isla de Fuerteventura para interesarse por su situación,  al tiempo que intentan aportar a la Oficina de Asilo y Refugio –bien a título  individual o a través de ONG– diversos documentos que justifiquen su origen,  tales como partidas de nacimiento de los padres, libros de familia e incluso  varios certificados emitidos en El Aaiún por la Misión de la Naciones Unidas  para el referéndum del Sahara Occidental (Minurso ).
 
 
Este cuento es ridículo, todo el mundo dabe que no hubo ninguna víctima mortal entre los presuntos saharauis, ni ninguna agente del orden ha meado sobre el cadáver de su víctima...
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