Mohamed Abdelaziz, presidente de
la RASD y secretario general del Frente Polisario, analiza para GARA el nuevo
panorama político internacional y la situación del Sahara Occidental. Asume que
los cambios producidos en Marruecos han sido superficiales y advierte de que la
vuelta a las armas sigue estando en la agenda del Frente Polisario.
- Hace ya 21 años que el Frente
Polisario firmó un acuerdo de alto el fuego con Marruecos, auspiciado por la
ONU, con la promesa de celebrar un referéndum en menos de 6 meses desde su
firma. ¿Qué balance hace de estos años de alto el fuego?
- Han sido 21 años muy largos. Un
tiempo muy duro, sin lugar a dudas. A veces esta etapa era esperanzadora porque
se notaban avances y otras veces era desesperanzadora al ver la política
represiva que seguía y sigue ejerciendo el Gobierno marroquí contra la
resistencia pacífica del pueblo saharaui. Técnicamente son 21 años de guerra.
Son 21 años de resistencia del pueblo saharaui, ya sea en las zonas ocupadas o
en los campamentos de refugiados.
- En estos 21 años ha habido
etapas de acercamiento y de alejamiento respecto a Marruecos. ¿En qué situación
se encuentran las conversaciones con Marruecos para la consecución del
referéndum y de la paz?
- Actualmente las conversaciones
están paradas debido a la posición intransigente de Marruecos, que decidió
abandonar cualquier trato con el enviado especial de la ONU para la resolución
del conflicto. Es un duro golpe de Marruecos, no solo a los saharauis sino
también a la ONU. Un
duro golpe a los esfuerzos de consecución de la paz. El Gobierno
de Rabat, desde hace un mes, ha tomado una decisión muy peligrosa. Ha
abandonado la colaboración y el trato con el enviado especial de la MINURSO. Ante tal
caso de intransigencia, la credibilidad de las Naciones Unidas y,
especialmente, del Consejo de Seguridad está en juego. Tienen ante sí una
prueba muy importante que superar; o defienden la legalidad internacional -las
resoluciones de la ONU- y sus mecanismos para conseguir que se apliquen los
acuerdos firmados o se rinden ante la política de intransigencia de Marruecos.
- Muchos analistas
internacionales consideran la instalación del campamento Gdeim Izik en el Sahara Occidental
como el verdadero inicio de la
«Primavera Árabe». ¿Cómo cree que afecta al pueblo saharaui
-al Frente Polisario- la Primavera Árabe?
- El Polisario también considera
el inicio de la `Primavera
Árabe' el establecimiento del campamento de protesta Gdeim Izik. Tras un mes de
pacíficas protestas el campamento fue desmantelado con muchísima violencia,
incluso utilizando medios aéreos. En ningún caso el Consejo de Seguridad de
Naciones recriminó a Marruecos la prohibición de la libre entrada de
periodistas a la zona. Pase
lo que pase con la
`Primavera Árabe' no tendrá ningún efecto en la determinación
del pueblo saharaui en su lucha por conseguir el derecho a la
autodeterminación. ¡Si tiene que haber otro Gdeim Izik lo habrá! Nosotros ya
estamos teniendo muchas primaveras árabes.
- Dentro del contexto de las
primaveras árabes, en Marruecos se han celebrado unas elecciones y también ha
habido algunas reformas, incluso de la Constitución. ¿Cuál es la opinión del
Polisario acerca de estos cambios?
- Se ha hablado de que ha habido
una revisión de la Constitución marroquí. Esa revisión llevó a la celebración
de unas elecciones que han puesto en el Gobierno a un partido islamista. En lo
que se refiere a nuestra situación, de momento, no hemos observado ningún
cambio en la postura del Ejecutivo alauí con respecto al anterior Gobierno.
Ninguna en absoluto. Ni un pequeño cambio en lo que se refiere a la celebración
del referéndum, ni en el tema de las negociaciones, ni en el de los derechos
humanos, ni en el caso del robo de los recursos naturales que sufre nuestro
país...
En el ámbito general no ha habido
ningún cambio, ha sido un lavado de cara ante la opinión pública internacional,
ante el mundo que miraba cómo se desarrollaba la `Primavera Árabe'. No
ha cambiado nada, Marruecos no es una democracia verdadera. ¡Ni siquiera
respeta los derechos humanos!
- Han tenido lugar también
elecciones presidenciales y legislativas en el Estado francés y ha habido un
cambio de Gobierno. Histórico aliado de Marruecos, es uno de los miembros con
derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Siempre que hay
una votación referente al Sahara Occidental, el aliado geopolítico de Marruecos
la veta. ¿Confía en que con el nuevo Gobierno cambie algo en la situación del
Sahara Occidental?
- Francia, lamentablemente, ha
apoyado desde el comienzo del conflicto del Sahara Occidental a su aliado, el
reino de Marruecos. Es una posición injusta, ya que ni permite que los derechos
humanos en los territorios ocupados por el Ejército alauí sean supervisados por
la ONU ni deja que el conflicto pueda tomar visos de resolución. Esta postura
de los franceses lleva a que haya muchas tensiones en esa región de África del
Norte y provoca el empeoramiento de los problemas en lugar de su mejoría.
Creo que ha llegado el momento de
que el Gobierno francés opte por otro camino en lo referente al conflicto del
Sahara Occidental, y también en lo que respecta al norte de África. El nuevo
Ejecutivo deberá tomar decisiones en favor de la resolución de problemas
latentes que hay en esta zona. Creemos que tomando decisiones que permitan
resolver los conflictos en el Magreb la situación, incluso para París, será
mucho mejor. Con el camino que ha seguido hasta ahora, de vetos, de mirar para
otro lado, de dejar que Marruecos haga lo que quiera en la zona... no podrán
conseguir nada fructífero ni siquiera a corto plazo.
No podemos hablar todavía de la
posición que tomará el Gobierno francés respecto al conflicto que nos
concierne, es demasiado pronto, pero nos gustaría que corrigiera los errores
que ha cometido hasta ahora. Deberían respetar las resoluciones de la ONU y cumplir
con la legalidad internacional.
- En los años de alto el fuego
entre el Frente Polisario y Marruecos se ha mantenido el saqueo de los recursos
naturales del Sahara Occidental, la vulneración de los derechos humanos en el
territorio ocupado... El Frente Polisario no ha descartado nunca volver a la guerra. A la vista de la
actual situación y de los frutos de estos 21 años de alto el fuego, ¿qué
debería pasar para que el Frente Polisario retome la vía armada? ¿Se ha puesto
algún plazo en este sentido?
Efectivamente, la situación que
vivimos no es nada fácil. La población, tanto en los campamentos de refugiados
como en la zona liberada, está pidiendo que volvamos a la guerra. Esa vía sigue
estando en nuestra agenda, nunca la descartamos, y podemos volver en cualquier
momento. Las Naciones Unidas reconocen nuestro derecho a retomar las armas para
defender nuestra tierra de la invasión extranjera, en este caso de Marruecos.
Por esa parte, sería una guerra legítima tanto moralmente como legalmente.
Las últimas acciones de Marruecos
de bloquear una vez más las negociaciones para la realización del referéndum de
autodeterminación, nos ha abierto de nuevo la posibilidad de volver a las
armas. Rabat ha asumido un camino muy peligroso, ha hecho que el factor de un eventual
regreso a la guerra sea más claro que nunca. Hoy en día es un camino que
estamos estudiando de forma detenida.
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