Fuente: Ricardo Sánchez-Serra *
Foto: Difusión
Marruecos es un Estado paria por su invasión al territorio saharaui y que
asimismo está fuera de la legalidad internacional por su sistemática violación a
los derechos humanos y su uso cotidiano de la tortura a la población indefensa
saharaui.
Sin embargo, su gobernante, el rey feudal Mohamed VI se siente
intocable por el apoyo ciego de Francia –que incluso veta en el Consejo de
Seguridad de la ONU cualquier resolución condenatoria-, de Estados Unidos –cada
vez menor- y de la irresponsable España, potencia administradora (reconocida por
la ONU)- en deuda con el pueblo saharaui por haberlo abandonado. Todos estos
países comparten responsabilidad en la tragedia saharaui.
El Secretario
General de la ONU, Ban Ki-moon, acaba de tirar un portazo a la arrogancia
marroquí al ratificar al embajador Christopher Ross como su enviado especial
para el Sáhara Occidental, vetado por Rabat por haberlo sindicado como el
directo responsable de la intransigencia de las negociaciones para un referendo
que debe realizarse por mandato de la ONU en dicho territorio.
Asimismo,
nombró en el cargo al alemán Wolfgang Weisbrod-Weber, como su representante en
la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental
(Minurso) y que Marruecos intentó vetar, sin éxito. Previamente la Minurso había
denunciado a la ONU que Marruecos estaba interceptando sus comunicaciones, hecho
que fue condenado por Ki-moon.
Centro Robert F.
Kennedy
Hace pocos días una delegación del Centro Robert F.
Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos, visitó tanto el Sáhara
Occidental invadido por Marruecos, como los Campos de Refugiados Saharauis de
Tinduf en Argelia y se entrevistó con víctimas de las violaciones de derechos
humanos, representantes de la sociedad civil, de la comunidad internacional y
funcionarios del gobierno.
Como era previsible el Centro
Kennedy comenzó a ser difamado por las autoridades y la prensa
marroquí.
En el Sáhara Occidental invadido por
Marruecos
En su informe preliminar sobre el Sáhara Occidental
invadido por Marruecos señala: “La delegación se entrevisto con organizaciones
de la sociedad civil y con individuos de varias ciudades del Sahara Occidental y
del Sur de Marruecos, incluidas El Aaiún, Dajla y Smara, que presentaron
informaciones sobre casos de desaparecidos, tortura, detención arbitraria,
brutalidad policial, amenazas, intimidación y ejecuciones extrajudiciales. La
delegación recibió también quejas sobre la violación del derecho a la libertad
de expresión, libertad de reunión y libertad de asociación.
Durante la
visita a El Aaiún, la delegación observo dos o más vehículos de policía o
militares estacionados en las esquinas de casi todas las calles. Muchos de los
Saharauis entrevistados expresaron su preocupación al sentirse intimidados por
la amplia presencia del personal militar y policial, uniformado y en ropa civil,
que los perseguían en las calles y les abusaban verbalmente con palabras
peyorativas y discriminatorias. La delegación del Centro RFK fue también
constantemente perseguida por agentes de seguridad vestidos de paisanos durante
toda su estancia en El Aaiún. Muchos de los Saharauis encontrados describen como
viven en un *clima de miedo*.
La delegación también recibió testimonios
de muchos casos de brutalidad policial contra manifestantes no violentos. La
delegación fue testigo de uno de esos incidentes en el cual un policía
uniformado y tres individuos identificados por organizaciones de la sociedad
civil como agentes del estado, atacaron a una mujer que se manifestaba
pacíficamente. La delegación documentó el instante de la violación, el intento
de las fuerzas de seguridad de bloquear la delegación e impedir que sea testigo
del incidente, el asalto físico y verbal de la delegación por parte de las
fuerzas de seguridad y la superviviente al ataque recibiendo cura médica en el
hospital. En un esfuerzo para desacreditar el informe de la delegación sobre el
incidente, un comunicado oficial del Estado recogido por la prensa marroquí
pretendía que la mujer se desvaneció en la calle y se hirió al caer.
Al
día siguiente cuando la delegación mostró fotografías de la mujer siendo
golpeada por la policía a un representante del Ministerio del Interior, El Arbi
Mrabet, este insinuó que la fotografía no era una buena evidencia ya que pudo
haber sido manipulada. Dos de los individuos que participaron en la paliza
fueron identificados como Mohamed Al Hassouni, y el vice-gobernador para la
región, Basha, Mohamed Natichi. Ambos fueron identificados en múltiples
testimonios de victimas por su repetida participación en violaciones de derechos
humanos. La delegación del Centro RFK pidió al gobierno marroquí la inmediata
suspensión de los agentes del Estado responsables de esta violación de derechos
humanos, hasta que se haga una investigación. Es más, la delegación pidió
garantías para que ninguno de estos hombres sea transferido a una posición donde
las víctimas serían vulnerables de ser atacados.
La delegación del Centro
RFK recibió testimonios de la repetida brutalidad llevada a cabo por la policía
contra un hombre discapacitado, que participaba en protestas. Según
organizaciones de derechos humanos que representan a este hombre, la policía lo
golpeó en manifestaciones en 2005, 2008 y 2012 y parecía que lo escogían para su
brutalidad.
La delegación se entrevistó con la familia de Said Dambar, de
26 años, a quien disparó y mató un policía marroquí después de ser golpeado el
21 de diciembre de 2010. La familia cree que Said fue seleccionado a causa de la
participación de su familia en las manifestaciones por la independencia del
Sáhara Occidental. Después del incidente, la policía fue a la casa de la familia
para informarles que Said había sido golpeado y pedían su documentación. La
policía pretendía que Said solo había tenido heridas menores y que se estaba
curando en el hospital. La familia de Dambar fue al hospital donde esperó varias
horas sin tener noticias de su condición o saber si estaba o no vivo. El 23 de
Diciembre fue oficialmente declarado muerto y a su familia no le fue permitido
ver su cabeza, que evidenciaba claramente el impacto de una bala.
Un
tribunal concluyó que el asesinato fue un accidente y que el policía fue
sentenciado a 15 años de prisión. A pesar de varias peticiones de organizaciones
de derechos humanos para que se haga una investigación sobre las causas del
asesinato de Dambar y que se haga una autopsia, Marruecos no hizo ninguna
investigación seria ni ninguna autopsia.
A pesar del rechazo de la
familia de Dambar de enterrar a Said antes de que se haga una autopsia, el 4 de
Junio de 2012 a las 8.30 am las autoridades marroquíes presentaron a la familia
Dambar una orden judicial, exigiendo el entierro del cuerpo a las 9 horas del
mismo día. La familia rechazó firmar la orden y continuó pidiendo que se haga la
autopsia y exigiendo conocer el lugar del cuerpo. Los miembros de la familia de
Dambar son perseguidos constantemente por policías vestidos de
paisanos.
La mayor preocupación de la delegación es la impunidad casi
absoluta de las violaciones de derechos humanos. Por ejemplo, a pesar de las
numerosas denuncias de casos de tortura recibidos por la delegación, el
Procurador de primera instancia en El Aaiún informó a la delegación que durante
los últimos cinco años, solo un agente del estado fue exitosamente culpado por
cometer un acto de tortura.
La delegación se entrevistó con miembros de
familias de víctimas de desaparición forzosa, que la informaron de la impunidad
que existe. La impunidad afecta a casos de desaparición forzosa desde los años
sesenta hasta casos recientes.
La delegación recibió muchos testimonios
sobre la impunidad en casos de antiguas violaciones de derechos humanos. También
fue informada del trabajo realizado por la Comisión Marroquí de Equidad y
Reconciliación ERC, una Comisión por la Verdad creada con el mandato de
investigar las desapariciones forzosas y las detenciones arbitrarias llevadas a
cabo entre 1976 y 1999 y recomendar reparaciones a las víctimas. Aunque la ERC
jugó un papel importante en iniciar un proceso para tratar las atrocidades del
pasado, mucha gente cree que no ha logrado satisfacer a muchas de las victimas a
ambos lados del conflicto y que sus recomendaciones no han podido ser totalmente
aplicadas, negando acceso a la justicia, la verdad y la reparación a muchas
víctimas.
La delegación recibió información sobre violación de los
derechos de libertad de expresión, el derecho a la reunión y el derecho a la
asociación, perpetrada contra el pueblo saharaui. La delegación se entrevisto
con representantes de un grupo de siete personas criminalmente juzgadas bajo
acusaciones falsas por haber expresado su opinión. El grupo fue detenido y
acusado de traición tras su llegada a Marruecos después de haber criticado al
gobierno de Marruecos desde Argelia. El grupo fue encarcelado y ahora está en
libertad provisional, en espera de una decisión final.
Una preocupación
mayor expresada por defensores de derechos humanos saharauis es su incapacidad
de registrarse como organización de la sociedad civil. Este es particularmente
el caso de muchas organizaciones cuya opinión es contraria a la del gobierno
marroquí. Por ejemplo, CODESA no ha recibido una respuesta a su petición
presentada en el 2007. En la misma situación se encuentra ASVDH y la
representación local de la AMDH. El registro es esencial para que se permita a
estas organizaciones trabajar efectivamente en sus comunidades.
La
delegación recibió información indicando un modelo de ataque e intimidación
contra los defensores de los derechos humanos. Asaltos, amenazas, búsquedas
ilegales, vigilancia, persecución criminal y declaraciones hechas por
autoridades de alto nivel desacreditando y estigmatizando el trabajo de los
defensores de los derechos humanos, son algunas de las actividades tendentes a
bloquear y a desalentar su labor.
Un grupo de abogados informó a la
delegación sobre el acoso permanente y los obstáculos a los que hacen frente al
representar víctimas de violaciones de derechos humanos que hayan sido detenidos
y torturados por participar en manifestaciones pacificas.
Caso
Aminatou Hadar
El caso de Aminatou Hadar simboliza de la mejor
manera el estado de opresión al que hacen frente los defensores de derechos
humanos en el Sahara Occidental durante las últimas tres décadas. Aminatou
Haidar es una de los defensores de derechos humanos más destacados en el Sahara
Occidental. Después de varios años de detención ilegal, la Sra. Haidar mantiene
con coraje un firme compromiso con la No Violencia. En 1987 Aminatou fue
*desaparecida* tras haber participado en una manifestación pacífica. Durante la
detención, Aminatou fue atada a una plancha de madera con su cabeza hacia abajo
y golpeada continuamente, le pusieron en la boca tela empapada con productos
químicos y recibió cargas eléctricas en todo su cuerpo. Durante todo el periodo
de detención, la Sra. Haidar tuvo los ojos vendados, fue mantenida en
condiciones infrahumanas y totalmente aislada del mundo exterior. Su salud ha
empeorado considerablemente a causa de los abusos sufridos en manos de la
policía marroquí.
El 17 de Junio 2005, de nuevo la Sra. Haidar fue
brutalmente golpeada y herida por la policía durante manifestaciones pacificas
en El Aaiún. Fue arrestada en el hospital, después de recibir 12 puntos en una
herida craneal y tener tres costillas rotas. Paso siete meses detenida en la
*Prisión Negra* de mala fama de El Aaiún.
Hoy, las autoridades marroquíes
continúan acosando a Aminatou Haidar y restringiendo su libertad de movimiento,
violando su derecho a un juicio, negando el registro de su CODESA y teniendo
policías vestidos de paisano siguiéndola constantemente.
La Misión del
Centro RFK fue objeto de intimidación y acoso que obstruyó nuestra habilidad
para trabajar. Durante nuestra estancia en El Aaiún, la delegación fue
permanentemente seguida por dos o más coches y policías vestidos de paisano
intentaron impedir a la delegación que viese y documentase la paliza de un
manifestante pacifico.
La delegación está profundamente preocupada por la
posibilidad de lo que pueda ocurrir a la gente que colaboró con el Centro RFK.
Los conductores de la delegación han sido intimidados por habernos ayudado
durante nuestra estancia y el personal del hospital que nos permitió a los
miembros de la delegación visitar a la mujer que fue golpeada durante la
manifestación fueron amenazados de perder su trabajo. Además, la policía que
persigue a Aminatou Haidar ha aumentado significativamente antes y después de la
visita de la delegación.
Interferencia de
Marruecos
La interferencia del Estado en la labor de los
defensores de los derechos humanos es contraria al papel de Marruecos en la
aprobación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Protección de los
Defensores de Derechos Humanos UNDPHRD. Marruecos es coautor de esta Declaración
de Defensores de Derechos Humanos que supuso un primer paso extraordinario en la
protección internacional de los defensores de Derechos Humanos y Marruecos
debería estar orgulloso de esa contribución. Desgraciadamente, Marruecos no está
aplicando los principios de la Declaración, cuando se trata de Defensores en el
Sahara Occidental.
La delegación del Centro RFK considera que en el
Sahara controlado por Marruecos, la abrumadora presencia de las fuerzas de
seguridad, las violaciones al derecho a la vida, la libertad, integridad física,
libertad de expresión, de reunión y de asociación, crean un estado de miedo e
intimidación que viola la regla del derecho y el respeto de los derechos humanos
del pueblo saharaui. El Centro RFK pide al gobierno de Marruecos que ponga fin a
estos modelos de violencia que afectan al pueblo saharaui que apoya la
independencia del Sahara Occidental”.
En los Campos de
Refugiados…
La delegación llevó a cabo una evaluación de la
situación de los derechos humanos en los campamentos de refugiados saharauis
cerca de Tinduf, Argelia. Aunque sean campamentos de refugiados reconocidos por
el ACNUR, la República Árabe Saharaui Democrática, el gobierno del Frente
Polisario en el exilio, han establecido instituciones para administrar los
campamentos. Los campamentos de refugiados han existido desde el comienzo del
conflicto en 1975 y proporcionan alojamiento temporal en condiciones
extremadamente duras a mas de 100.000 saharauis.
Los refugiados se
dividen en cinco campamentos Smara, El Aaiún, 27 de Febrero, Auserd y Dajla.
Siete campamentos pequeños, administrados por alcaldes electos y gobernadores
forman cada Campamento. Cada campamento elige sus propios representantes en el
Parlamento. Instituciones Centrales y Organizaciones humanitarias
internacionales están en el Centro administrativo de Rabuni cerca de
Tinduf.
La delegación camino libremente en los campamentos y entrevistó a
varias personas, incluyendo miembros de la sociedad civil y refugiados
individuales. La delegación visitó las cárceles de hombre, mujeres y niños y se
entrevistó con algunos de los encarcelados. La delegación se entrevistó con el
ACNUR, la Media Luna Roja Argelina, el Programa Mundial de Alimentación, la
Oficina de la MINURSO en Tinduf. La Media Luna Roja Saharaui es responsable de
la distribución de raciones alimenticias para la población. La delegación se
entrevistó con Médicos del Mundo y otros voluntarios internacionales que
asisten a la población. La sociedad civil parece ser libre para asociarse y la
mujer juega un papel preponderante en la sociedad y en la administración de los
campamentos.
Bajo 47 grados de calor, la delegación experimentó un
ejemplo de las difíciles condiciones en las que viven los refugiados saharauis
durante los pasados 37 años. Hemos oído quejas en cuanto a la cantidad y calidad
de la ración de alimentos y la falta de oportunidades entre una población
altamente formada, donde la alfabetización entre las mujeres ronda el 95 por
ciento. Hemos escuchado historias que reflejan la ansiedad producida por la
separación de las familias y la urgencia de encontrar una solución a las
violaciones de derechos humanos en el pasado, en especial desaparecidos de
miembros de familias durante la guerra.
Mientras la organización y la
administración de los campamentos produjeron un sentimiento de estabilidad y
normalidad, la delegación quisiera expresar su preocupación por la
vulnerabilidad de esta amplia población que vive en campamentos de refugiados
aislados durante casi cuatro décadas. A pesar de la colaboración internacional
que proporciona a casi 100.000 personas las necesidades básicas de la vida,
representantes de organizaciones internacionales que apoyan a los refugiados
expresaron a la delegación que las condiciones en los campamentos de refugiados
podrían tener consecuencias negativas para la integridad física y psicológica de
los habitantes. La delegación observó que las condiciones en los campamentos no
pueden ser aceptadas como un estándar de vida permanente. Estas condiciones
incluyen, entre otras, la exposición permanente al calor extremo, electricidad
limitada, falta de sanidad y de variedad de dieta y muy limitadas carreras
alternativas.
Las partes en el conflicto así como la comunidad
internacional tienen la responsabilidad de renovar y reforzar los esfuerzos para
encontrar una situación de vida sostenible para los más de 100.000 personas que
viven en estos campos. Aunque el estándar básico de vida pueda ser suficiente en
los campos de refugiados como parte de una solución provisional, después de
cuatro décadas estos estándares ya no son aceptables y afectan seriamente las
vidas, los sueños y las aspiraciones de más de 100.000
personas.
No Alineados
De otro lado y finalmente,
el Movimiento de Países No Alineados, en su reunión mundial de agosto en
Teherán, expresó que “el pueblo saharaui debe gozar del derecho a la libertad y
la autodeterminación", en consonancia con los principios y objetivos consagrados
en la Carta de las Naciones Unidas y en la Recomendación 1514 de la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1960".
Las condenas
a Marruecos por violación a los derechos humanos del pueblo saharaui siguen
impunes. Ninguna nación reconoce la invasión marroquí que está causando grandes
penurias a un pueblo que solo quiere su independencia. Felizmente que hay voces
valientes en la ONU y en organismos internacionales de derechos humanos, no así
en varios países cómplices de las tropelías marroquíes.
La Primera Dama
del Perú, Nadine Heredia de Humala, acuñó la frase “¿tan difícil es caminar
derecho?”. ¿Tan difícil es exigir justicia para el pueblo saharaui? ¿Tan difícil
es pedirle a los países y a sus cancillerías ser honestos con el pueblo saharaui
y reconocer sus derechos?
El dinero, los viajes y las prebendas de
Marruecos que reciben muchos políticos, periodistas y diplomáticos para comprar
su conciencia, están bañados de sangre saharaui.
*Periodista
peruano. Miembro de la Prensa Extranjera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario