El ministro de Asuntos Exteriores marroquí viajó a EE UU y a
Francia para expresar su rechazo al diplomático estadounidense que media por
cuenta de Naciones Unidas
Ban Ki-moon acusa a Marruecos de espiar a la ONU en el
Sáhara
El Pais.- Ignacio Cembrero Madrid 14 MAY 2012 - 16:48 CET10
Marruecos ha
emprendido una campaña contra el diplomático estadounidense Christopher Ross,
enviado del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para el Sáhara
Occidental, con vistas a obtener su renuncia o su destitución, un objetivo que
probablemente logrará, señalan fuentes diplomáticas.
En ministro de Asuntos Exteriores, el islamista Saad Eddine
el Othmani, ha viajado a Washington, Nueva York y París para “manifestar el
descontento con los últimos desarrollos e informes” de Ross. “Estamos
insatisfechos con el trabajo del enviado de la ONU que ha sido parcial”, añadió
el ministro en una entrevista con el diario de Casablanca Akhbar al Youm.
“Ahora pedimos al Consejo de Seguridad que ponga las cosas en su sitio” porque
Ross “intentó introducir temas que no son de su competencia (…)”.
Estas palabras de El Othmani equivalen a un rechazo de
Marruecos a seguir colaborando con Ross lo que hace insostenible que continúe
adelante con su misión. Para guardar las formas es probable que Ban Ki-moon le
mantenga aun un tiempo en su cargo, pero dentro de unos meses acabará
prescindiendo de sus servicios.
En el informe que Ross remitió a Ban Ki-moon sobre el Sáhara
y que este presentó al Consejo de Seguridad de la ONU tras hacer algunas
modificaciones favorables a Marruecos, se acusaba a Rabat, en términos velados,
de espiar a la Minurso, el contingente de Naciones Unidas desplegado en la
antigua colonia española.
En el documento se lamentaba además que el acceso de la
población local al contingente de la ONU “esté controlado” por Marruecos. “(…)
la presencia de la policía marroquí fuera del complejo habitacional [de la ONU]
desanima a los visitantes a acercarse a la Minurso”, añadía.
En el texto del informe, ni en el de la resolución
posterior, no se recogía, en cambio, la vieja aspiración del Frente Polisario,
el movimiento que lucha por la independencia del territorio, de encargar a la
Minurso la vigilancia del respeto de los derechos humanos en el territorio como
hacen otros contingentes de paz en otros lugares del mundo.
Pese a ello El Othmani expresó su descontento con la
resolución que contiene varios “puntos que perjudican a Marruecos”.
Sorprendentemente, Marruecos, que se actualmente miembro del Consejo de
Seguridad, votó a favor de esa resolución que fue aprobada por unanimidad el 24
de abril.
La prensa oficialista marroquí lleva días atacando al
enviado de Ban Ki-moon. “Llegó la hora de la salida de Ross y de la búsqueda de
responsables más ecuánimes y serios”, titulaba, por ejemplo, en portada el
diario Al Alam, órgano del partido gubernamental Istiqlal.
Es la segunda vez que Marruecos veta a un emisario de la ONU. En 2004 ya forzó la
renuncia del ex secretario de Estado de EE UU, James Baker. El entonces
ministro de Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa, achacó su dimisión a “la
tenacidad de la diplomacia marroquí”.
Baker fue sustituido por el diplomático holandés Peter van
Walsum quién a su vez renunció a su cargo mediante una tribuna publicada en EL
PAÍS tras ser rechazado por el Polisario
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