Superviviente saharaui de la masacre de Amgala busca al soldado marroquí que le salvó la vida
El espía digital. MIÉRCOLES 19 DE FEBRERO DE 2014 (Alfonso Lafarga – Redacción) Ali Said Daf era un niño cuando ocurrió la masacre de
Amgala y vio a un militar marroquí asesinar a quemarropa a dos pastores
saharauis. Mataron, también, a otros seis beduinos, dos menores de 14 años, la
edad que tenía Said. Ahora tiene 51 años y busca al soldado marroquí que le
salvó la vida.
“He vivido todos estos años con ese
recuerdo. Quiero encontrar a este hombre
y darle las gracias por lo que hizo por mí. No todos los militares son malos, dentro del
uniforme hay un ser humano, con sentimientos”, ha declarado Ali Said Daf a
ElEspiaDigital.Com.
Los hechos de los que fue testigo
ocurrieron el 12 de febrero de 1976 en un lugar conocido como Fadret Leguiaa, en
la zona de Amgala, cuando en el Aaiún
todavía ondeaba la bandera española, aunque hacía más de tres meses que las tropas marroquíes habían penetrado en el
Sáhara Occidental e intentaban aniquilar al Frente Polisario.
Precisamente otro 12 de febrero, pero de 2014,
Ali Said tenía que haber comparecido ante el juez de la Audiencia Nacional
Pablo Ruz, que investiga crímenes de lesa humanidad cometidos en la antigua
colonia española por ex altos cargos marroquíes. Estaba citado como testigo en
el caso de la ejecución extrajudicial de los ocho beduinos cuyos restos fueron
exhumados en junio de 2013 en dos fosas
encontradas en Fadret Leguiaa, muy cerca del muro que divide en dos el Sáhara
Occidental, a 400
kilómetros de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).
En una de las fosas se hallaron los restos
de Mohamed Mulud Mohamed Lamin y Mohamed Abdalahe Ramdan, ambos con DNI español,
a los que Ali Said vio asesinar muy de cerca. Y él estuvo a punto de ser el
siguiente.
Sin embargo, Ali Said no ha podido contar
al juez Ruz aquello que le marcó de por vida, “me dejó secuelas, no he olvidado
lo que viví, lo tengo grabado en el cerebro”,
ya que el Consulado español en Argelia no tramitó el visado para que
viajara a Madrid, lo mismo que hizo con otro testigo, Kabula Selma Daf. Sí comparecieron el médico psicólogo Carlos
Martín Beristain y el médico forense Francisco Etxeberria, quienes ratificaron el informe en el que
demuestran que los ocho saharauis murieron por disparos de fusil y fueron
sepultados bajo la arena en el mismo lugar donde se les detuvo.
Ali Said nació en Amgala, un pequeño pueblo
de la región de Smara en el que sus habitantes se dedicaban, principalmente, a
la agricultura y la ganadería. Como otros niños saharauis, iba con su familia
cuando se desplazaba por el desierto con los rebaños de camellos y cabras en
busca de pastos y agua.
Treinta y ocho años después, mantiene en su memoria lo que ocurrió aquel 12
de febrero de su niñez, cuando, al amanecer,
su padre y un vecino fueron a por
agua. Decidió ir tras ellos, dejó la jaima y emprendió el camino hasta el pozo,
pero lo que se encontró fue a soldados
marroquíes que le mandaban levantar las manos. “Recibí golpes, me interrogaron,
más tarde encontré a mi padre y al vecino, a los que volvieron a interrogar. Por
la tarde hubo disparos y nos cambiaron de lugar”, cuenta a ElEspiaDigital.com
“Lo más triste fue cuando se llevaron a mi
padre, le montaron en un coche y empecé a preguntarme ¿qué va a ser de él? ¿qué
será de mí? Pasé horas convencido de que
estaría muerto, hasta que al día siguiente vi que le bajaban de un vehículo y
le montaban en otro, eso me dio un poco
de espíritu para seguir manteniéndome, aunque
pensaba que le iban a matar”.
¿Dónde están los perros del Polisario?
Cree que eran las 18 horas cuando apareció
un militar que llevaba gorra en lugar de
casco como los demás: “Llegó en un Jeep, con cara de muy cabreado y dijo a los
soldados ¿dónde están los perros del Polisario? Primero llevaron a Mulud, al
que preguntó ¿dónde está el Polisario? él respondió que no sabía, si tenía
alguna documentación y dio un dni
español. Preguntó por segunda vez ¿dónde
está el Polisario?, perro, y cuando contestaba lo juró por Alá, por Mahoma, no le dejó terminar, cogió el arma de un
soldado y le disparó a quemarropa. Con el segundo, Mohamed Abdalahe, hizo las mismas preguntas, salvo
que no le pidió la documentación, hubo las mismas respuestas, no sabía dónde
estaba el Polisario y le disparó”.
“Entonces me apuntó a mí, me sentó cerca de
sus pies y yo me puse detrás de él
llorando. El militar me dijo que si decía ¡viva Hassan! ¡viva el ejercito de Marruecos! me salvaba y
lo dije en voz muy alta. Después se
marcho en el Jeep”.
A Ali Said le invadió el miedo, no sabía
que iba a ser de él, pensaba como escapar y en ese momento se acercó un soldado
que le tomó de la mano e intentó calmarle. “Fue mi protector, noté que me
apreciaba. Los demás soldados me insultaban y me humillaban cuando él no estaba,
uno dijo que por qué no me mataban. Cada
vez que pasaba eso, venia corriendo y les echaba”.
Le subieron a un camión, desde donde oyó
disparos, gritar a varios saharauis, y
un hombre que pedía que dejaran libre a su hijo: “Ya de noche llegó un hombre y me dijo que bajase. Dijo:
soy el soldado que está contigo desde ayer, ea, baja. Lo hice y habló algo en
francés que no entendí, después dijo la garde, la garde, me cogió de la mano y
me llevo al puesto donde tenía que hacer la
guardia. Creía que me iba a matar, tenía contradicciones en mi
pensamiento; este hombre me protege, ahora me va a matar…Me quedé dormido y desperté al llegar otro soldado
para cambiar la guardia, me agarré al soldado amigo y el otro me quitaba de él,
empezaron a discutir, se armó un altercado entre ellos y al final el que llegó
para relevarle dijo bueno, llévatelo. Y
él decía, no te preocupes, que me hago cargo, y me devolvió al camión”.
Correr como una gacela
Al día siguiente las tropas marroquíes empezaron a moverse del lugar y el camión en
el que iba Ali Said quedó atascado en la arena y los soldados se cambiaron a otros vehículos. “Quedaron
solo el soldado que me protegía y el chófer, al ver que el camión no salía y
las tropas se alejaban corrieron detrás de los camiones, me cogió de la mano y me dijo: rápido, rápido;
me soltaba y me volvía a coger, llegó un momento en que ya no me cogía, la
única preocupación que tenían era
subirse a un camión, gritaban al último
camión para que esperara. Vi que no me prestaban atención, di media vuelta y
corrí todo lo que pude, hice una carrera que solo puedo comparar con la de una
gacela, mi preocupación era separarme lo antes posible”.
Ali Said consiguió reunirse con su familia
y al cabo de un tiempo se enteró de que su padre seguía vivo, había estado
preso en El Aaiún y al salir en libertad se incorporó al Frente Polisario. “Solo
estuve con él unos cuatro meses, como era pequeño me llevaron a un internado. Mi padre enfermó y fue hospitalizado en
Tinduf. No me enteré de su muerte y no
sé donde está enterrado. En esos primeros años en los campamentos de refugiados
no había ni cementerio oficial”.
Cuando vio a las familias de los dos
pastores asesinados contó lo que había ocurrido, pero nadie le creyó: “Ahora lo
entiendo, tenía 14 años y la gente comentaban que era un niño traumatizado por
la guerra. No me han hicieron caso hasta
que se descubrieron los primeros restos, las familias vinieron a preguntarme si
estaba seguro y les dije que sí, que les mataron los marroquíes”.
Al preguntarle cómo era el hombre que le
salvó la vida, Said lamenta que no
hablaron mucho y que sus recuerdos son muy generales, aunque era una persona
que de esas que caen bien e inspiran confianza: “Tendría 25 años, como mucho 30,
la tez blanca, posiblemente del norte del Marruecos, de mediana estatura, ni
gordo ni delgado, sin bigote, sin barba, normal. No llegué a saber su nombre, se
identificaban por números de afiliación al ejército, pensé preguntárselo, pero
no me atreví. Hablaban mucho en francés y no me enteraba de lo que decían”.
De quien, sin embargo, sí le quedó fijo su
rostro, como una pesadilla, fue el militar que asesinó a Mulud y Abdalahe: “Lo
tengo grabado, lo que más veces veo. Llevaba una pistola en el cinto, usaba
gorra, cara de persona mala, pelirrojo, con bigote, muy alto, bastante delgado,
creo que sobrepasaba los 40 años. No sé la graduación, no distinguía los
rangos”.
Reconocimiento para el soldado que le salvo la vida
Ali Said Daf vive ahora en los campamentos
de refugiados de Tinduf, está casado, tiene cuatro hijos y una hija y en estos momentos lo que más desea es ver
al hombre que le salvó la vida: “Vivo con su recuerdo, mi ilusión es
encontrarme con este hombre para darle las gracias. Pido ayuda al gobierno
saharaui y organizaciones de DDHH para hacerle un reconocimiento público. No
todos los militares son malos, dentro del uniforme lo que hay es un ser humano,
con sentimientos y, posiblemente, con otras ideas”.
Said estuvo un tiempo en el ejército, pero
siempre en la retaguardia, y aunque ha viajado por gran parte de los
territorios del Sáhara Occidental que controla el Frente Polisario, no había
vuelto al lugar de la masacre hasta que se descubrieron las fosas donde fueron
enterrados los ocho beduinos saharauis.
A raíz de exhumarse los restos, Ali Said ha
estado mucho tiempo sin apenas poder dormir: “Me vienen a la mente esas
personas a las que conocí, personas normales,
y solo he visto un montón de huesos”.
Marruecos presiona para evitar la publicación de las violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental
La policía marroquí interviene en el
trabajo de activistas y confisca sus medios de trabajo para evitar que el
contenido llegue a ser publicado por internet
En un artículo publicado el lunes en el
sitio web de HRW, el director adjunto para Oriente Medio y el Norte de África,
Eric Goldstein, indicó que los activistas saharauis confirman que la policía
marroquí interviene en el trabajo de los activistas y confisca sus medios de
trabajos para evitar que el contenido llegue a ser publicado por internet. Las
personas que se encarguen de filmar las acciones de la policía arriesgan sus
equipos, informa Sahara Press Service.
Eric Goldstein añadió que el régimen
marroquí amenazó a civiles y bloqueo las manifestaciones públicas convocadas
por las asociaciones saharauis. El sábado pasado, reveló Goldstein, más de 100
policías marroquíes, uniformados y vestidos de civil, dispersaron a un grupo de
saharauis que participaban en una manifestación convocada por organizaciones
saharauis de los derechos humanos.
Goldstein, quien se encontraba en El Aaiún,
junto con una delegación parlamentaria del Reino Unido, indicó que agentes
vestidos de civil marroquíes lo hicieron regresar del lugar de la
manifestación, y agregó que la policía marroquí también bloqueó a un
parlamentario británico y a su delegación antes de arrebatar una cámara de su
coche.
Agregó que un estudiante saharaui, que
mantiene una página en Facebook para documentar violaciones de los derechos
humanos, fue arrestado en la calle por agentes de paisano de la policía
marroquí, antes de que lo obligaran a revelar sus contraseñas y luego
procedieron a leer su correo electrónico y a descargar su páginas web en un
ordenador en la comisaria de la de policía, en su presencia.
El estudiante dijo a HRW que al filmar las
acciones de la policía marroquí contra manifestantes saharauis, él y sus
colegas se agachan en balcones y azoteas para evitar la confiscación de sus
equipos. Esto explica por qué las imágenes que publican es a menudo borrosa y
entrecortada.
El Director de la división de Oriente Medio
y el Norte de África de Human Rights Watch concluyó que el régimen marroquí
censura sitios web en el Sáhara Occidental a través de la intimidación.
jueves, 20 de febrero de 2014
Lamsala un patrimonio saharaui en peligro de extinción. Hmad Hammad
Los
santuarios o puntos de culto saharauis conocidos como msala han ido
sufriendo una campaña de destrucción y eliminación a lo largo de los años de
ocupación marroquí al Sahara Occidental, hasta su desaparición total en las
ciudades ocupadas del territorio.
Lamsala es una pequeña extensión cubierta de arena y rodeada de pierdas; un
punto a donde acuden los saharauis para practicar las oraciones y debatir sobre
los asuntos que afectan a la sociedad saharaui; también se utiliza como un
espacio donde los niños y niñas aprenden a leer y escribir y recitar versículos
del Corán. Lamsala es una humilde mezquita al aire libre y abierta a
todos.
Un
atropello contra la cultura de esa envergadura es un ataque directo contra el
patrimonio nacional de toda una nación. Una violación clara del artículo 18 de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos que dice:( Toda persona tiene
la libertad del pensamiento, de conciencia y de religión….). La discriminación
que sufrió y sigue sobrellevando el pueblo saharaui es lamentablemente inhumana
y propia de un sistema del apartheid. Los grabados rupestres en los pierdas de
los antiguos pobladores son robados y expoliados por Marruecos para ser luego
expuestos en subastas clandestinas en el mercado negro marroquí de las artes;
es totalmente injusto este expolio al que está expuesto el patrimonio cultural
saharaui en todos sus ámbitos ante el silencio y la indiferencia del mundo
civilizado en Europa que enarbola el estandarte de la libertad y el progreso
social.
Lamsala es un santuario sagrado inherente a la cultura saharaui, hoy se
encuentra expuesto y sometido a la
destrucción y desaparición ante la total
impunidad del régimen marroquí; que lo saquea con una campaña agresiva y sistemática, hasta su desaparición
total de las ciudades del Sahara occidental ocupado. El régimen de ocupación marroquí
quiere de esa manera imponer la cultura marroquí sobre la cultura saharaui; en
un intento histérico de aniquilar todo lo relacionado con la cultura y las
costumbres de la sociedad saharaui.
Pero
la historia no se puede borrar y la memoria se niega a morir. Las ambiciones
imperialistas marroquíes no respetan la cultura ajena a sus valores morales y
culturales, es decir la cultura saharaui, y no la respeta porque le incomoda
dado el grado de diferencia cultural entre los saharauis y los marroquíes. Y quien teme a la cultura, teme a la realidad de
identidad y de igual manera como teme el inevitable referéndum de la autodeterminación es porque
también teme a la verdad.
¿Qué
pretende Marruecos con esta maniobra macabra contra el patrimonio cultural
saharaui? ¿Llevar a los saharauis a las mezquitas marroquíes para que bendigan
a su asesino y a su verdugo? Algo totalmente absurdo y propio de
su esencia de régimen feudal. Los saharauis siempre
hemos negado la superioridad del hombre, y el culto a la personalidad nunca
formo parte de nuestras costumbres y tradiciones.
El
régimen marroquí, no cesa de violar las convenciones internacionales, tanto
culturales como humanos. Los saharauis, siempre han practicado el culto de la
manera más pacífica y solidaria a lo largo y ancho de su patria saharaui. En su
cultura nunca han besado manos de sultanes ni reyes porque son hombres libres y
se arrodillan ante los otros. No obstante, Marruecos intenta imponer su única
doctrina de ocupación usando para ello sus métodos de torturas, expolio y la
destrucción del patrimonio cultural saharaui. Nelson Mandela, en su biografía “El
largo camino hacia la libertad” dijo: “Para los hombres la libertad
en su propia tierra es la cumbre de sus ambiciones por lo que nadie podrá
persuadirle en contra de sus convicciones”.
Marruecos deporta a un investigador español que iba al Sáhara a realizar un estudio sobre Derechos Humanos
Juan Carlos Gómez, alumno de la Universidad
Pablo Olavide de Sevilla, ha estado retenido en el aeropuerto de El Aiún
durante más de 20 horas. Su intención era a realizar el practicum de su carrera
en Derecho y Ciencias Políticas
Las autoridades marroquíes han impedido al
estudiante sevillano Juan Carlos Gómez entrar a la ciudad de El Aiún, capital
de la antigua colonia de España en el Sáhara, donde iba a permanecer 25 días para realizar un trabajo para sus
prácticas de la carrera en Derecho y Ciencias Políticas que cursa en la
Universidad Pablo Olavide de Sevilla.
Según ha explicado a Público Gómez, que
ahora se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria, a su llegada al aeropuerto de
la ciudad marroquí, las autoridades le retuvieron durante más de 20 horas sin
darle ningún tipo de explicación hasta que, finalmente, fue deportado la mañana
de este miércoles.
"Cuando fui a sellar el pasaporte
empezaron a hacerme preguntas. Después me llevaron a la zona de equipajes y
registraron todo lo que llevaba", ha asegurado el estudiante. Le
requisaron su ordenador, su Ipad y su pasaporte, que no le devolvieron hasta el
momento de su deportación, y le obligaron a pasar la noche en las dependencias
policiales del aeropuerto.
Marruecos alegó para impedirle el paso que
llevaba poco dinero y que no tenía billete de vuelta, pero Juan Carlos sostiene
que disponía de 600 euros, una tarjeta de crédito y un billete de vuelta para
el próximo 14 de marzo. "No me cabe duda de que me han deportado por
razones políticas, aunque me lo hayan negado en varias ocasiones", explica.
"Dicen que el Sáhara es un territorio marroquí normal, pero es obvio que
las medidas de seguridad no son las habituales. No quieren observadores
extranjeros que puedan constatar cómo ellos reaccionan ante protestas del
pueblo saharaui", afirma.
El joven sevillano es miembro del Grupo de
Estudios e Investigación de la Universidad Pablo de Olavide (Saharupo) y
secretario general de la Asociación de Juristas Andaluces por el Sáhara (AJASAHARA),
por lo que a su llegada, la Policía del Reino alauí consideró su llegada a El
Aaiún inaceptable por su supuesto apoyo al Frente Polisario y su contacto con
activistas saharauis.
"Desamparado"
Tanto Gómez como su grupo de estudios han criticado la
actuación de las autoridades españolas, que no han hecho nada ni para evitar la
deportación ni para impedir la retención y el aislamiento que ha sufrido en
Marruecos. "La embajada me derivó a un consulado en Agadir, ese cónsul me
dice que no podía hacer nada. Luego me dicen que llame al consulado de Rabat, donde
me dieron un teléfono de urgencia en el
que me dicen que tampoco podían hacer nada. Al final, hablé con el ayudante de
un depositario en El Aiún que vino al aeropuerto, tomó mis datos y me dijo que
me iban a echar", ha relatado a Público.
"No quieren observadores extranjeros
que puedan constatar lo que ocurre en el Sahara"
Juan Carlos iba a recabar información y a
realizar entrevistas para completar las prácticas curriculares de su carrera
realizando una investigación sobre los Derechos Humanos en la zona ocupada por
Marruecos tras la independencia del Sáhara de España.
"Muchos saharauis fueron españoles y
quería recopilar información sobre algunas de estas personas que habían
desaparecido temporalmente o de forma definitiva", ha aclarado. "Hay
que tener en cuenta que el Sáhara es una zona legalmente el conflicto, donde la
MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental)
está presente pero no investiga el respeto de los Derechos Humanos. Es la única
misión de la ONU en el mundo que no vela por su cumplimiento y mi intención era
redactar un informe para que empezase a hacerlos", ha dicho.
Desde Saharupo han condenado la expulsión
de Juan Carlos de los Territorios Ocupados y han criticado en comunicado que el
"único fin [de Marruecos] es impedir que tanto desde las organizaciones
como desde el ámbito académico se puedan dar a conocer las continuas
violaciones de Derechos Humanos que sufren los y las saharauis en los
territorios ocupados por desde 1976".
Comunicado de Saharaupo sobre la
expulsión del estudiante español de El Aaiún por las autoridades de ocupación
marroquíes
JUAN CARLOS GÓMEZ JUSTO (ARCHIVO) /
SAHARAUPO, 19 de febrero de 2014
19/02/14, (VSOA).- En la tarde de hoy, ha
llegado a la redacción de Voz del Sahara Occidental en Argentina, un comunicado
de Saharaupo, en el que se manifiestan respecto de la retención en El Aaiún del
estudiante universitario Juan Carlos Goméz Justo en el aeropuerto de El Aaiún.
En el mismo, el grupo relata que “durante la tarde del martes 18 de febrero,
Juan Carlos Gómez Justo, estudiante de último curso de Derecho y Ciencias
Políticas de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), miembro de Saharupo
-Grupo de Estudios e Investigación de la Universidad Pablo de Olavide- y
secretario general de AJASAHARA -Asociación de Juristas Andaluces por el
Sáhara-, fue retenido en el aeropuerto de El Aaiún cuando llegó desde un vuelo
procedente de Las Palmas pasadas las 16 horas. El objetivo del viaje era
realizar una investigación de 25 días en el territorio saharaui con el fin de
completar sus prácticas curriculares”.
El comunicado continúa explicando que “una
vez allí, según declaraciones del propio estudiante, la policía marroquí le
confiscó el pasaporte y aparatos electrónicos y le acusó de pertenecer a
diversos grupos pro-saharauis, considerando así su llegada a El Aaiún
inaceptable por su supuesto apoyo al Frente Polisario y su contacto con
diversos y diversas activistas saharauis. Sobre las 20 horas pudo comunicarse
con sus contactos en El Aaiún y en Sevilla, y fue trasladado desde la oficina
policial a la sala de espera del aeropuerto, donde se le proporcionó agua y
alimento, y ha pasado la noche, vigilado en todo momento por ocho guardias marroquíes”.
Además, el texto expresa que, según fuentes
de la Universidad Pablo de Olavide “desde el Consulado marroquí en Sevilla
afirmaban no poder hacer nada, mientras que el Cónsul español en Rabat, Jacobo
González-Arnao informaba, ya hacia las 14:30 horas de hoy, que las causas de la
expulsión se basaban en considerar sus “actividades no aptas e incluso
subversivas” y el que no llevar el dinero suficiente como para pasar un mes
allí ni billete de vuelta, el cual tenía”.
Es por ello, que los firmantes expresan que
“es así como Marruecos sigue haciendo uso de la misma estrategia de silencio
que llevan manteniendo en todas las expulsiones de los Territorios Ocupados del
Sáhara Occidental. Juan Carlos afirma que intentó también contactar anoche con
la Embajada Española en Marruecos, que se mostraba inoperativa. Después, fue
siendo remitido desde el Consulado de Agadir al Consulado de Rabat, y a
sucesivos números de emergencias desde los
que no obtuvo respuesta. Los contactos en El Aaiún del estudiante confirmaban
que Juan Carlos iba a ser expulsado en el vuelo de las 13:20, hora insular, y
que se esperaba su llegada al aeropuerto de Las Palmas sobre las 15:30 hora
peninsular, así como su buen estado, el cual él mismo ha asegurado al ponerse
en contacto con sus compañeros y compañeras de la Universidad, a pesar de haber
recibido amenazas verbales por parte de la policía marroquí”.
Asimismo, los miembros de Saharaupo
afirman: “condenamos la expulsión de Juan Carlos de los Territorios Ocupados,
cuyo único fin es impedir que tanto desde las organizaciones como desde el
ámbito académico se pueda dar a conocer las continuas violaciones de Derechos
Humanos que sufren los y las saharauis en los territorios ocupados por
Marruecos desde 1976, invisibilizados por dicho gobierno y por el estado
español desde el abandono de la que fue colonia española hasta 1975″.
Saharaupo denuncia “la violencia ejercida
por el gobierno marroquí a los y las saharauis y a aquellas personas que
intentan acceder al territorio con el fin de visibilizar y realizar labores de
investigación académica y de observación internacional, evidenciando la censura
y la represión ejercida sobre aquellos y aquellas que intentan dar a conocer la
causa saharaui, impidiéndoles su acceso al territorio. Consideramos inaceptable
la continua opacidad propia del gobierno marroquí, cuando a la vez que niega
estas violaciones de los Derechos Humanos impide la realización de un estudio
científico y objetivo como el que iba a realizar el compañero Juan Carlos”.
También denuncian “la pasividad de las
instituciones españolas, que se han mostrado ajenas a la situación y
“desinformadas” e indiferentes ante el estado del compañero retenido,
priorizando siempre sus acuerdos políticos y económicos con Marruecos sobre los
derechos de los y las activistas saharauis que llevan años sufriendo la
represión marroquí, y de los y las activistas españoles y españolas a quienes
se persigue y limita el acceso y la libre circulación, contraviniendo todo
derecho fundamental.
Finalmente, exigen “el cese de la
criminalización y persecución que sufren las organizaciones, movimientos y
personas que luchan por los derechos y la dignidad del pueblo saharaui, así
como la ampliación de las competencias de la MINURSO en cuestión de Derechos
Humanos en el Sáhara Occidental”.
Conferencia en ciudad sueca de Gotemburg sobre la causa saharaui
Se organizó el miércoles 19 de febrero una
conferencia en la ciudad de Gotemburg sobre el Sáhara Occidental organizada por
la organización " África Group" de Suecia y el Comité de Solidaridad
con el pueblo saharaui en esta ciudad.
Intervinieron cómo panelistas:
Erik Hagen, presidente de la organización
Western Sahara Watch y el representante
del Frente Polisario en Suecia. Se discutió ampliamente y se intercambiaron
preguntas y respuestas sobre la cuestión del saqueo ilegal de los recursos
naturales por el gobierno marroquí a través de convenios ilegales, la
repercusión negativa de estos acuerdos ilegales en la resolución del conflicto,
el proceso de negociación entre el Frente Polisario y Marruecos, el rol de
Europa en la resolución del conflicto y la grave situación de la violación de
los derechos humanos en las zonas ocupadas del territorio Saharaui.
Gotemburg, 19 Febrero 2014
miércoles, 19 de febrero de 2014
Javier Bardem presentó en París su "patata caliente" sobre el Sáhara occidental
París — Francia tiene "grandísima
responsabilidad" en el conflicto del Sáhara Occidental porque se niega a
presionar a su aliado Marruecos para resolverlo, denunció el martes el actor
español Javier Bardem al presentar en París su documental "Hijos de las
Nubes".
"Francia apoya con los ojos cerrados,
más allá de la lógica, a un país con el cual tiene una relación comercial,
estratégica, económica y social, pero que está violando los derechos humanos
básicos", declaró Bardem a la prensa.
El actor, galardonado en 2007 con un Óscar
por su papel secundario en "No es país para viejos", recalcó que
Francia "es un país de punta en la defensa de los derechos humanos",
por lo que "tiene una grandísima responsabilidad" en la resolución de
ese conflicto.
Pero "el tema es una patata
caliente" para los franceses, reconoce el actor de 44 años. La cuestión
del Sáhara "es un tema incómodo", subraya.
Marruecos controla actualmente el Sáhara
Occidental, que hasta 1975 fue colonia española y donde viven menos de un
millón de personas. Pero el Frente Polisario, apoyado por Argelia, exige un
referéndum de autodeterminación.
Producido por Bardem y dirigido por Álvaro
Longoria, el documental premiado con un Goya en 2013 muestra la situación en el
Sáhara occidental y el rol tras bambalinas de las grandes potencias,
especialmente Estados Unidos y Francia.
Junto con Bardem y Longoria llegó a la
capital francesa una delegación integrada por Kerry Kennedy, activista de los
derechos humanos y sobrina del presidente norteamericano asesinado.
Su intención era abogar por la causa
saharaui, pero según Bardem varios de los encuentros con parlamentarios
franceses --incluyendo una cita con el presidente del Senado, Jean-Pierre Bel--
fueron cancelados a último momento.
Como si fuera poco, el conflicto en Malí y
la preocupación occidental de una extensión de la red Al Qaida en el Magreb
complica las cosas a los defensores de la causa saharaui. Una razón de más,
según Longoria, para resolver el conflicto en torno a este territorio desierto
pero rico en fosfatos, recursos pesqueros y petróleo.
"El frente Polisario son islamistas
moderados, totalmente enemigos de Al Qaida", advirtió Longoria. "El
gran riesgo es que los jóvenes refugiados saharauis, frustrados tras años y
años de estar esperando algo, recurran a la salida más fácil", agregó.
"Es cierto que Al Qaida está en la
región, intentando captar saharauis para su causa, y el peor escenario posible
sería que infiltrase lo que hasta ahora ha sido resistencia pasiva e islamistas
moderados".
Según Omar Mansour, representante del
Polisario en Francia, la película de Bardem es "una contribución
importante para dar a conocer la situación del pueblo saharaui al pueblo
francés, siempre solidario de las causas justas".
La activista saharaui y militante de los
derechos humanos Aminatou Haidar --que presta testimonio en el filme--, aseguró
por su parte en París que Francia "es capaz de resolver el problema
mediante una solución pacífica y duradera para el pueblo saharaui".
martes, 18 de febrero de 2014
El Aaiún, la lucha por los derechos humanos
LOS AFORADOS VASCOS BARRIO (PP) Y LÓPEZ DE
MUNAIN (EH BILDU) COMPARTEN EL RELATO DE SU VIAJE AL CORAZÓN DEL SÁHARA
Brahim Dahan figura en una extensa lista de
heridos a manos de la Policía marroquí. Su estado es una incógnita, al igual
que el de la mayoría de participantes en la marcha convocada por la
coordinadora Gdeim Izik, el campamento de resistencia en El Aaiún ocupado.
Tres semanas antes, Dahan sirvió de guía a
la delegación del Parlamento Vasco desplazada hasta la capital del Sáhara
Occidental. En ella viajaron Carmelo Barrio (PP) e Igor López de Munain (EH
Bildu). Ambos fueron testigos de la realidad que sufre el pueblo saharaui bajo
la soberanía de Marruecos.
Las antípodas ideológicas en las que cada
uno defiende sus postulados políticos en la Cámara vasca desaparecen al narrar
su relato. Sus ojos compartieron la vulneración de derechos humanos a la que se
ve sometido un pueblo que desde 1991 espera a que se haga efectiva la
resolución aprobada por la ONU para celebrar un referéndum que fije las bases
del futuro saharaui.
Dos años después del pronunciamiento de las
Naciones Unidas, Barrio realizó el primero de los cerca de veinte viajes que ha
completado a estas latitudes. "El balance en este tiempo es muy
desalentador dada la incapacidad de la ONU o de determinadas potencias por
liberar el último proceso de descolonización pendiente en África", apunta
quien ve en la realidad del pueblo saharaui una verdadera "necesidad de
aplicar el derecho de autodeterminación como síntoma de libertad". Para el
dirigente aber-tzale, éste fue su primer contacto con el Sáhara Occidental,
donde constató un día a día ligado a "una especie de limbo de Derecho muy
peligroso".
A los saharauis les está vetada cualquier
iniciativa emprendedora para ganarse el sustento, no tienen acceso a unos
puestos de trabajo reservados para la escasa elite de su población y los
nacionalizados marroquíes. Y tampoco les está reconocido el derecho de
asociación o el de ejercer cualquier actividad política.
Pero no todo queda ahí. López de Munain
pone el acento en que el Estado marroquí "no solo ha empobrecido a su
población, sino que está llevando a cabo una política de exterminio contra este
pueblo".
Barrio lo define como una doble tortura.
Por un lado, la que padecen los saharauis de El Aaiún ocupado, "sometidos
a un régimen dictatorial férreo" y, por otro, los habitantes de las zonas
liberadas, "desierto pedregoso con unas condiciones de vida lamentables,
aunque libres de alguna manera", recuerda.
La delegación parlamentaria tuvo la
oportunidad de visitar la misión de la ONU y de recibir explicaciones de
quienes se encargan de velar por el alto el fuego en el muro de minas
-"una franja de norte a sur que sirve de frontera artificial con el
territorio liberado que controla el Frente Polisario", según explica
Barrio-, y de redactar un censo, "una actividad que parece puede llevar
décadas", apunta López de Munain.
Sus recuerdos confluyen de nuevo en un
lugar común: "falta lo básico, el respeto a los derechos humanos".
Los boinas azules de la ONU, "militares sin armas", como describe el
aforado abertzale, se limitan a labores de vigilancia y no interceden por el
pueblo saharaui cuando padecen el rigor del Estado marroquí.
Con fotografías en sus manos, la mente de
los dos parlamentarios regresa a El Aaiún. También lo hace el temor por lo que
le pueda haber ocurrido a su guía, Brahim.
Hace tres semanas fue guía de la delegación
del Parlamento Vasco
NOTICIAS DE GIPUZKOA. ALBERTO ABAITUA - Martes,
18 de Febrero de 2014
Brahim Dahan, guía desaparecido en el
Sáhara.
donostia - Brahim Dahan figura en una
extensa lista de heridos a manos de la Policía marroquí. Su estado es una
incógnita, al igual que el de la mayoría de participantes en la marcha
convocada por la coordinadora Gdeim Izik, el campamento de resistencia en El
Aaiún ocupado. Tres semanas antes, Dahan sirvió de guía a la delegación del
Parlamento Vasco desplazada hasta la capital del Sáhara Occidental. En ella
viajaron Carmelo Barrio (PP) e Igor López de Munain (EH Bildu). Ambos fueron
testigos de la realidad que sufre el pueblo saharaui bajo la soberanía de
Marruecos. Las antípodas ideológicas en las que cada uno defiende sus
postulados políticos en la Cámara vasca desaparecen al narrar su relato. Sus
ojos compartieron la vulneración de derechos humanos a la que se ve sometido un
pueblo que desde 1991 espera a que se haga efectiva la resolución aprobada por
la ONU para celebrar un referéndum que fije las bases del futuro saharaui.
Dos años después del pronunciamiento de las
Naciones Unidas, Barrio realizó el primero de los cerca de veinte viajes que ha
completado a estas latitudes. "El balance en este tiempo es muy
desalentador dada la incapacidad de la ONU o de determinadas potencias por
liberar el último proceso de descolonización pendiente en África", apunta
quien ve en la realidad del pueblo saharaui una verdadera "necesidad de
aplicar el derecho de autodeterminación como síntoma de libertad". Para el
dirigente abertzale, este fue su primer contacto con el Sáhara Occidental, donde
constató un día a día ligado a "una especie de limbo de Derecho muy
peligroso".
A los saharauis les está vetada cualquier
iniciativa emprendedora para ganarse el sustento, no tienen acceso a unos
puestos de trabajo reservados para la escasa elite de su población y los
nacionalizados marroquíes. Y tampoco les está reconocido el derecho de
asociación o el de ejercer cualquier actividad política.
Pero no todo queda ahí. López de Munain
pone el acento en que el Estado marroquí "no solo ha empobrecido a su
población, sino que está llevando a cabo una política de exterminio contra este
pueblo".
Barrio lo define como una doble tortura. Por
un lado, la que padecen los saharauis de El Aaiún ocupado, "sometidos a un
régimen dictatorial férreo" y, por otro, los habitantes de las zonas
liberadas, "desierto pedregoso con unas condiciones de vida lamentables, aunque
libres de alguna manera", recuerda.
La delegación parlamentaria tuvo la
oportunidad de visitar la misión de la ONU y de recibir explicaciones de
quienes se encargan de velar por el alto el fuego en el muro de minas "una
franja de norte a sur que sirve de frontera artificial con el territorio
liberado que controla el Frente Polisario", según explica Barrio, y de
redactar un censo, "una actividad que parece puede llevar décadas", apunta
López de Munain.
lunes, 17 de febrero de 2014
Abdelaziz denuncia la represión de una manifestación saharaui en El Aaiún por parte de la Policía marroquí
Presidente de la República Saharaui RASD, Sr. Mohamed Abdelaziz |
MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS)
El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, ha denunciado este domingo "la intervención brutal y violencia ciega" sufrida el sábado por un grupo de manifestantes debido a la intervención de la Policía marroquí contra la protesta, que se celebró en la localidad de El Aaiún, que se saldó con alrededor de 70 heridos.
El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, ha denunciado este domingo "la intervención brutal y violencia ciega" sufrida el sábado por un grupo de manifestantes debido a la intervención de la Policía marroquí contra la protesta, que se celebró en la localidad de El Aaiún, que se saldó con alrededor de 70 heridos.
En una carta enviada al secretario
general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, Abdelaziz ha recalcado la necesidad de
satisfacer las peticiones ed los manifestantes y garantizar el respeto a los
Derechos Humanos en Sáhara Occidental.
En base a las informaciones publicadas
por la agencia oficial saharaui de noticias, SPS, los manifestantes se echaron
a las calles para pedir libertad, autodeterminación y la extensión de las
prerrogativas de la Misión de la ONU para el Referéndum del Sáhara Occidental
(MINURSO) para incluir la monitorización de los Derechos Humanos.
Así, Abdelaziz ha subrayado que los
esfuerzos del enviado especial de la Secretaría General de Naciones Unidas para
Sáhara Occidental, Christopher Ross, se ven "constantemente expuestos a
provocaciones y provocaciones por parte del estado ocupante de Marruecos, que
no duda en violar el Derecho Internacional y el Derecho Humanitario".
domingo, 16 de febrero de 2014
Una delegación de parlamentarios británicos presenció en El Aaiun como observadores las manifestaciones saharauis que fueron brutalmente reprimidas
*Fuente: Oficina Saharaui de los
Territorios Ocupados *Fotos: Activistas saharauis de DDHH
El Aaiun/Sahara Occ. Territorios ocupados,
16/02/2014
Algunos miembros de la delegación del
parlamento británico de visita actualmente los territorios ocupados del Sahara
Occidental, afirmaron el pasado sábado 15 de febrero, que están interesados en cerciorarse hasta qué
punto disfruta verdaderamente el pueblo saharaui de sus legítimos derechos bajo
la ocupación marroquí, esencialmente el derecho a manifestarse pacíficamente y
a expresar su opinión libremente. Así se expresaron en declaraciones ofrecidas
al Centro Saharaui para la Información y la Comunicación, CSIC, durante una
reunión con representantes de las principales
organizaciones de los derechos humanos en El Aaiún ocupado.
El diputado laborista Jeremy Corbyn, que
preside la delegación parlamentaria británica, declaró que iban a participar en
las manifestaciones que los saharauis tenían previsto organizar, al puntualizar
“espero que el pueblo saharaui fuera capaz de expresar sus opiniones de forma
adecuada y democrática… El derecho a vivir es un derecho fundamental y de hecho está consagrado en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos que fue aprobada en 1948”
El Sr. Corbyn, que a su vez preside el
Intergrupo Parlamentario sobre el Sahara Occidental dentro del Parlamento
británico, calificó el encuentro de su delegación con los activistas saharauis
de “muy importante” al permitir hacer una análisis multidimensional de la
situación de los derechos humanos al centrase en algunos asuntos tales como: los derechos de los
presos de conciencia, de la mujer, los derechos culturales así como el derecho
a la autodeterminación.
El Sr. John Hillary, Director Ejecutivo de
la ONG británica War On Want, y uno de los miembros de la delegación, afirmó
que: “hemos venido al Sahara Occidental como una delegación integrada por
diputados y miembros de ONGs británicos para conocer la situación de los
saharauis bajo la ocupación.” Y añadió: “conocemos las graves violaciones de
los derechos humanos, del pillaje de los recursos naturales de los saharauis, y
que a los saharauis se les niega el derecho a la autodeterminación por parte de
las autoridades marroquíes.”
Todos los miembros de la delegación
parlamentaria británica expresaron su satisfacción por hallarse en El Aaiún
ocupado lo que les permitió poder encontrase con los saharauis; y reiteraron su
apoyo incondicional al pueblo saharaui para que pueda alcanzar su anhelada
libertad. Al respecto el Sr. John Hilary al Centro Saharaui para la Información
y la Comunicación declaró: “estamos muy satisfechos de estar aquí. Estamos
encantados de poder trabajar hombro con hombro con el pueblo saharaui. Haremos
que llegue este mensaje a Gran Bretaña; y contribuir a difundirlo para que la
campaña se potencie.”
Está previsto que la citada delegación
concluya su visita, a los territorios ocupados del Sahara Occidental, el
próximo día 17 de febrero.
Cabría recordar que en el Reino Unido se ha
lanzado una campaña internacional para que amplíe el mandato de la MINURSO a
principios de este año, una campaña similar a la que se lanzó el año pasado en
ese país.
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