Este Joven saharaui empeñado en jugarse la vida a la carta de la solidaridad con sus compañeros encarcelados, es la palpable demostración, junto con la de otros muchos saharauis mártires, de que solo el sufrimiento y la muerte propios es el único camino para lograr lo que mundialmente es reconocido pero muy mal aplicado: el respeto a los Derechos Humanos, a la Libertad de Elección, a Regresar a su Patria invadida y expoliada. El otro camino, la muerte y el sufrimiento ajeno, el terrorismo, una posibilidad tan utilizada en múltiples lugares de este planeta, ha repugnado sobremanera a todos y cada uno de los miembros de este pueblo que lucha por su identidad y su tierra.
¿Quiere la Comunidad Internacional que el Pueblo Saharaui piense que se ha equivocado de camino?
¿Quiere la Comunidad Internacional que el Pueblo Saharaui piense que todas las leyes, resoluciones, organismos y demás zarandajas, solo sirven para que el poderoso se las salte?
¿Quiere la Comunidad Internacional que el Pueblo Saharaui piense que esa Comunidad esta compuesta por países cobardes y humillados incapaces de revelarse ante la injusticia de unos pocos?
¿Quiere la Comunidad internacional que el Pueblo Saharaui piense que ha sido engañado, estafado, maltratado, violado, torturado y muerto para nada?
Solo quiero recordarle a la Comunidad Internacional que
David venció a Goliat
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