Eztizen Miranda es la directora de la película 'La semilla de la verdad' presentada el pasado fin de semana en el festival FiSahara en Argelia
UNA película vasca que recoge la primera exhumación arqueológica oficiada sobre suelo saharaui ha estado presente en el festival internacional de cine FiSahara. El documental tiene por título La semilla de la verdad (2013) y cuenta con dirección de la vizcaina Eztizen Miranda, miembro de la sociedad de Ciencias Aranzadi e investigadora de la UPV. El mediometraje, de 27 minutos, se proyectó como película invitada durante la décima edición de este encuentro cinematográfico celebrado entre el pasado día 8 y 13 en el campamento de población refugiada saharaui de Dajla (Argelia). Herencia del Estado franquista, este pueblo vive en el exilio desde hace 38 años debido a la ocupación militar de sus tierras por parte del reinado de Marruecos, que contó con el apoyo del rey Juan Carlos cuando fue designado por Franco a dedo como monarca de España.
La periodista y realizadora vasca viajó al enclave norteafricano junto a Iñaki Rebolledo, ambos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En sus manos portaron una película que tuvo buena acogida tanto por los miembros de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como por parte de los profesionales del mundo del cine, así como del periodismo internacional. El documental recoge conclusiones de la primera exhumación arqueológica realizada en el Sahara Occidental, trabajo de investigación llevado a cabo por el instituto Hegoa, Aranzadi y la Universidad del País Vasco. Un equipo dirigido por el médico forense Francisco Etxeberria exhumó dos fosas comunes que corresponden a ejecuciones extrajudiciales de población civil saharaui por parte de Marruecos.
Carlos Martín Beristain y Paco Etxeberria presentaron ya en septiembre el resultado de aquella investigación junto con el informe Meheris: La esperanza posible. Este trabajo comenzó con la realización de un estudio sobre la problemática general de las violaciones de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental, publicado en 2012 por Hegoa, organismo perteneciente a la Universidad del País Vasco, bajo el título El Oasis de la Memoria: Memoria histórica y violaciones de Derechos Humanos en el Sahara Occidental. El proyecto tuvo continuidad en la investigación de algunos casos de personas detenidas y desaparecidas durante esa época.
Según valoran desde Aranzadi, "para documentar todo este proceso se ha realizado el documental titulado La semilla de la verdad". Eztizen Miranda explica a DEIA que durante la proyección de todas las películas "había un zurumurru..., sin embargo, durante la nuestra, el silencio era absoluto", parangona, y es que un equipo de investigación y forense de la Universidad del País Vasco, recibió en abril de 2013 una petición de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis, Afapredesa, para realizar una investigación en una zona del Sahara Occidental donde se sospechaba que había restos humanos de víctimas saharauis.
Los días 8, 9 y 10 de junio de 2013, un equipo profesional de la UPV, la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el Instituto Hegoa, acompañados por varios familiares y miembros de Afapredesa visitó un lugar en la zona de Fadret Leguiaa, región de Smara, en medio del desierto, y a 400 kilómetros de los campamentos de refugiados de Tinduf. El objetivo era, según matizan desde la sociedad científica, "responder a su petición de que un equipo de la máxima cualificación profesional y experiencia les ayudara a identificar y reconocer un lugar donde al parecer existían fosas comunes, y en donde estaban presuntamente sepultadas algunas personas consideradas hasta la actualidad como desaparecidas".
La investigación pudo determinar la identidad de todos los desaparecidos que se encontraban en dichas fosas, ejecutados extrajudicialmente en febrero de 1976 por miembros del ejército marroquí. A tenor de estos datos, a día de hoy existen más de 400 víctimas fruto de las desapariciones forzadas de saharauis. Otros muchos patriotas se encuentran también desaparecidos como consecuencia de los bombardeos de la aviación marroquí en Um Dreiga, Guelta o Tifariti en 1976. Cerca del 80% de dichas desapariciones se dieron durante los primeros años de la ocupación militar del territorio, especialmente entre 1975 y 1977, "constituyendo el modus operandi fundamental de la represión marroquí", valoran desde Aranzadi.
EL MURO DE LA VERGÜENZA La exhumación y la grabación del documental se llevó a cabo "a800 metros del muro de la vergüenza construido por Marruecos. Es una zona minada y además está vigilada constantemente por militares del país alauita. Desde un principio vimos necesario documentar gráficamente la investigación y además quisimos entregarles a los saharauis un documento audiovisual que les permitiera ver con sus propios ojos lo que vimos nosotros", valora Eztizen Miranda. Con todo, elaboraron un documental exprés, en solo dos meses, porque el FiSahara era "la oportunidad de presentarlo y que tuviera una repercusión internacional". De hecho, periodistas de países como Egipto, Estados Unidos o Finlandia ya se han interesado por darlo a conocer en sus naciones.
Miranda asegura que un logro de su película es que "demuestra que Marruecos ha mentido", enfatiza, y lo argumenta: "Las versiones oficiales marroquíes sobre diferentes muertes eran inventadas. Mentiras. Dieron diferentes versiones sobre la muerte de uno de los cuerpos exhumados".
En esta ocasión, por primera vez y tras una metodología antropológica, ha quedado todo documentado, incluidas las pruebas de ADN. "Dos de los cuerpos conservaban aún su carnet de identidad español. Debemos recordar que el Sahara fue provincia española, y como bien dice la legislación española el carné de identidad sólo se le daría a los ciudadanos españoles". Técnicos de Aranzadi volverán el 19 de noviembre al Sahara Occidental a llevar a cabo una nueva exhumación. Queda mucho por destapar.
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